Don José Miguel Carrera, integrante de la “Sociedad de los Caballeros Racionales” tenía 24 años cuando asumió el mando del Reino de Chile e impuso un Reglamento Constitucional al borde de la independencia total.
Fusilamiento, copia de la obra de Blanes |
Era la primavera de 1811. Cinco años antes de su iniciación masónica en la Logia San Juan de Nueva York , 10 años antes de morir fusilado a rostro descubierto, rechazando asistencia religiosa y mirando hacia el Oriente.
Su influencia política se afincaba en su ímpetu idealista; cuadrillas de campesinos armados; la riqueza de su predio familiar en “El Monte” y la reciente inversión de su clan en las haciendas centenarias ubicadas en las riberas norte y sur del Marga Marga, “Viña del Mar” y “Las Siete Hermanas”, a cargo de su primo Juan Antonio Carrera.
Estas haciendas habían pertenecido por décadas a la Compañía de Jesús, expulsada de los dominios del Rey de España a fines del Siglo XVIII
Por orden del Gobernador, la Hacienda Viña del Mar fue rematada a crédito en 1776. El adjudicatario fue don Francisco Cortés y Cartavio, quien se obligó a pagar la suma de cuatro mil setecientos treinta pesos. Don Francisco era un criollo peruano, alto funcionario del gobierno colonial que ejerció como juez y estuvo a cargo de la fundación de San Francisco de la Selva de Copiapó en 1744.
Adquirir estos bienes esquilmados a la Compañía de Jesús, era desafiar sentimientos religiosos y arriesgar la pérdida de la inversión al revocarse la expulsión.
Tal vez por ello, los siguientes dueños de las tierras fueron espíritus inquietos, es el caso de los ilustrados Carrera y de un comerciante portugués de origen sefardí, don Santiago Alvares (1777-1844), oriundo de Viana, pequeña ciudad lusa.
Viana, Santuario de Santa Luzia |
Persisten en la ciudad numerosos integrantes de una y otra familia, A modo de ejemplo, en Recreo habita don Reinaldo Campaña Aycinena, emparentado con los Carrera y un descendiente directo de don Santiago Alvares reside todavía junto a la famosa Quinta de sus ancestros.
Don Santiago, hábil comerciante, adquirió ambas haciendas seguramente previendo un aumento excepcional en el valor de la tierra gracias a la llegada del ferrocarril. Tras su fallecimiento, tomó la conducción de las haciendas, don Salvador Álvarez Pérez (1814-1873), electo diputado en 1848, al alero del Partido Liberal.
Pues bien, el patrimonio familiar se incrementó en 1849 con la aprobación del proyecto de ferrocarril Valparaíso- Santiago.
Viña del Mar hacia 1850, poco antes de la línea férrea, Hamilton Williams |
Las obras eliminaron gran parte del Cerro Castillo y avanzaron entre rocas y acantilados hasta su última estación “El Barón”, en una época en que las Avenidas Errázuriz y Brasil eran océano y playa.
Se desempeñaba en aquellos trabajos un joven y talentoso agrimensor que contrajo matrimonio con la nieta de don Santiago, Mercedes Álvarez Prieto, de 17 años al momento del matrimonio.
Este joven inquieto se convertiría en Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, fundador de la ciudad de Viña del Mar, conductor de ejércitos durante la Guerra del Pacífico, ministro, parlamentario, editor de prensa, promotor de hospitales modernos y escuelas laicas; primer candidato presidencial del Partido Radical. Su nombre, José Francisco Vergara Echevers.
Mercedes Álvarez y José Francisco Vergara |
Don José Francisco asumió el proyecto de la familia Álvarez. Crear en las haciendas una ciudad ligada a Valparaíso y Quillota por el ferrocarril, poseedora de múltiples zonas para mataderos de animales, ingenios de azúcar e industrias, aportando así a Valparaíso una urbe hermana, apta para el desarrollo de su bullante economía.
Confeccionado el proyecto , el loteo fue aprobado oficialmente el 29 de diciembre de 1874. En 1878 se creó la Municipalidad. Entre los primeros regidores, electos en 1879, figura don Augusto Kiel Ultzen, francmasón de la logias porteñas "Germania" y "Progreso", quien con gran delicadeza cultivaba camelias y palmas en su predio viñamarino.
Garibaldi |
En 1853, nuestro querido hermano Giusepe Garibaldi, héroe de dos mundos, fue homenajeado por sus compatriotas en la hacienda de Viña del Mar y recibió en Caleta Abraca una bandera bordada en oro y plata, que prometió llevar en primera fila en todos sus trabajos libertarios.
Agradeciendo el presente el militar libertario expresó: “En esta playa chilena, de frente a este mar infinito les juro que siempre flameará a mi lado, en primera línea y en todos los combates que me esperan por la libertad de Italia eterna”.
La Joven Italia, sociedad revolucionaria de bases masónicas estaba presente en los albores de nuestra ciudad
Un gran pionero de la ciudad fue el médico letón Teodoro Von Schroeder quien fundó el balneario de Miramar, primer atractivo turístico de la ciudad, ubicado en el tramo costero que va entre el Palacio Wulff y el Hotel Sheraton Miramar. A su vez, fue uno de los impulsores del Hospital Alemán y de la Liga de Estudiantes Pobres de Valparaíso, actual Banco de Solidaridad Estudiantil. En otro plano, es el iniciador del culto a la Virgen de Lourdes, instalando su imagen en la calle Marina que habilitó como vía de acceso a su balneario.
Entre las empresas que arribaron a la ciudad destaca Lever, Murphy & Co. que hacia 1880 se instaló en Caleta Abarca con una maestranza que fabricó vagones ferroviarios, barcos. cañones e incluso automóviles. Las instalaciones de la compañía estaban justo donde ahora se encuentra el Hotel Sheraton Miramar y en parte del Cerro Castillo.
Lever, Murphy& Co en Caleta Abarca |
Sus propietarios británicos, destacados industriales, descollaron por su capacidad productiva y su concepción humanista de la actividad empresarial.
El socio impulsor de la empresa fue don Richard Lever Gordon, cercano al Presidente Balmaceda. No hay registro de actividades masónicas suyas, pero se dice que tenía la fibra humana del industrial ingles y socialista utópico Robert Owen, pues logró que su personal trabajara codo a codo con él. Sus trabajadores estaban seguros de obtener una jubilación de vejez, una casa propia y ser “compañeros” del “gringo”.
En 1874 su socio William Jonh Murphy se inició en la Logia Bethesda en Valparaíso. En 1876, el tercer socio principal, Norman Ferguson fue uno de los fundadores de la Logia santiaguina Huelén.
Hacia 1871, don Julio Bernstein, integrante de la Logia Bethesda , generoso mecenas del Colegio Alemán de Valparaíso, fundó la Refinería de Azúcar de Viña del Mar. Este notable inmigrante judío alemán es largamente recordado por su trato a los trabajadores, siendo la “Villa Dulce” el vestigio social del pasado azucarero viñamarino.
Richard Lever Gordon Foto publicada con aut. de Andrés Thompson C |
El socio impulsor de la empresa fue don Richard Lever Gordon, cercano al Presidente Balmaceda. No hay registro de actividades masónicas suyas, pero se dice que tenía la fibra humana del industrial ingles y socialista utópico Robert Owen, pues logró que su personal trabajara codo a codo con él. Sus trabajadores estaban seguros de obtener una jubilación de vejez, una casa propia y ser “compañeros” del “gringo”.
En 1874 su socio William Jonh Murphy se inició en la Logia Bethesda en Valparaíso. En 1876, el tercer socio principal, Norman Ferguson fue uno de los fundadores de la Logia santiaguina Huelén.
Trabajadores de la Refinería en sus viviendas, 1887 |
Hacia 1871, don Julio Bernstein, integrante de la Logia Bethesda , generoso mecenas del Colegio Alemán de Valparaíso, fundó la Refinería de Azúcar de Viña del Mar. Este notable inmigrante judío alemán es largamente recordado por su trato a los trabajadores, siendo la “Villa Dulce” el vestigio social del pasado azucarero viñamarino.
Hacia 1880, se mudó a Viña del Mar y Concón, don Benjamín Vicuña Mackenna, fervoroso secretario de la Sociedad de la Igualdad. En 1886 murió en su hacienda familiar en Santa Rosa de Colmo. Nieto de un héroe de la independencia y destacado revolucionario liberal, marcó con su espíritu la segunda mitad del Siglo XIX chileno. A través de sus "Crónicas Viñamarinas", se convirtió en el historiador del nacimiento de la ciudad.
Vicuña Mackenna, Walton |
Hacia 1880, se mudó a Viña del Mar y Concón, don Benjamín Vicuña Mackenna, fervoroso secretario de la Sociedad de la Igualdad. En 1886 murió en su hacienda familiar en Santa Rosa de Colmo. Nieto de un héroe de la independencia y destacado revolucionario liberal, marcó con su espíritu la segunda mitad del Siglo XIX chileno. A través de sus "Crónicas Viñamarinas", se convirtió en el historiador del nacimiento de la ciudad.
Joshua Wadding |
Fue contemporáneo de Thomas Somerscales, pintor inglés avecindado en Valparaíso, que causó controversia al negarse a imponer a sus alumnos el rezo del Padre Nuestro.
Prat, Somerscales |
Bibliografía.
Romo, Manuel; Archivo Masónico.
Zeldis, León; La iniciación de don José Miguel Carrera.
Zeldis, León; La Logia Lautaro y la Francmasonería.
Del Solar Guajardo, Santiago; José Miguel Carrera. Redes masónicas y sociedades secretas durante las guerras de independencia en América del Sud.
Bravo Acevedo, Guillermo; Comprar a Crédito en Chile Colonial. La venta de Haciendas Jesuitas.
Martínez Baeza, Sergio; Cinco Documentos para la Historia de Viña del Mar.
Acevedo, Felipe; Registro Gráfico instalaciones y obras de Lever, Murphy& Co.
Garrido, Eugenia; Los orígenes de Viña del Mar y su proceso de industrialización.
Bohm Günther ; Los judíos alemanes en el Chile del Siglo XIX
Vergara Blanca; Salvador Vergara: Remembranzas de su nieta.
Rodríguez, Hernán; Historia de la fotografía durante el siglo XIX
Millar, René; Aspectos de la religiosidad porteña
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