No di un paso atrás.
No me humillé ante traidores.
No fingí sonrisas.
No acepté obsequios ni palmadas.
Fui un ser libre y no un simple cómodo;
no un pequeño egoísta;
no un siervo del capital.
Nací desde la sangre de mi padre
Nací desde el exilio
Me enseñaron las traiciones.
La componendas.
Los practicones.
El vicio que agrieta los templos.
Sobreviví y enseñé.
Hablé de la tortura y la pena.
Defendí al hombre.
La dignidad del que cumple la ley
del que la viola
del que la encarna.
Siempre rechacé homenajes.
Ahora protesto contra el poeta.