Jorge Álamos Ortiz de Rosas
Nuestro hermano entendió primavera y silencio.
Cuidó árboles.
Abrazó el dolor de su tierra.
Atendió prisioneros.
Compartió su otoño y sus simples medallas.
Fue lucero en reinado de octubre.
Por las noches encumbraba los cerros.
Explicaba razones del invierno.
Misterio de máquinas.
Edades y rostros de Chile.
Rumbos de Escuela Igualdad.
Integró cien sociedades.
Hizo la campaña del año 20.
Visitó leprosos.
Lideró scouts.
Cuidó la honestidad del poema.
Fue sencillo servidor de la aurora.
En toda hora un hombre bueno.
"El pueblo - decía- es esclavo de su ignorancia; sólo será soberano cuando la instrucción lo redima: hay que darle el ansia de la verdad; por ancho que sea el horizonte, por dilatados y grandiosos que parezcan sus límites, las montañas, los bosques, el mar, son para él paredes de presidio. Todo nuestro porvenir de nación grande reside en la instrucción."