Viña del Mar ciudad forjada por masones



Don José Miguel Carrera, integrante de la “Sociedad de los Caballeros Racionales” tenía 24 años cuando asumió el mando del Reino de Chile e impuso un Reglamento Constitucional  al borde de la independencia total.  
Fusilamiento, copia de la  obra de  Blanes

Era la primavera de  1811. Cinco años antes de su iniciación masónica en la Logia San Juan de Nueva York ,  10  años antes de morir  fusilado a rostro descubierto, rechazando asistencia religiosa  y mirando hacia el Oriente.

Su influencia política  se afincaba en  su ímpetu idealista;  cuadrillas de campesinos armados;  la  riqueza de su predio  familiar en “El Monte” y la  reciente inversión de su clan en las  haciendas centenarias ubicadas  en las riberas norte y sur del  Marga Marga, “Viña del Mar” y  “Las Siete Hermanas”, a cargo de su primo Juan Antonio Carrera.

Estas haciendas habían pertenecido por décadas a la Compañía de Jesús, expulsada de los dominios del Rey de España a fines del Siglo XVIII

Por orden del Gobernador, la Hacienda  Viña del Mar fue rematada a crédito  en 1776. El adjudicatario fue don Francisco Cortés y  Cartavio, quien se obligó a pagar la suma de  cuatro mil setecientos treinta pesos. Don Francisco era un criollo peruano, alto funcionario del gobierno colonial que  ejerció como juez y estuvo a cargo de la fundación de San Francisco de la Selva de Copiapó en 1744.
Adquirir estos bienes esquilmados a la Compañía de Jesús,  era desafiar sentimientos religiosos y arriesgar la pérdida de la inversión al revocarse la expulsión.
Viana, Santuario de Santa Luzia

Tal vez  por ello, los siguientes  dueños de las tierras fueron espíritus inquietos, es el caso de  los ilustrados Carrera y  de  un comerciante  portugués de origen sefardí, don Santiago Alvares (1777-1844), oriundo de Viana, pequeña ciudad lusa.

Persisten en la ciudad  numerosos integrantes  de una y otra familia, A modo de ejemplo, en Recreo habita  don  Reinaldo Campaña Aycinena,  emparentado con  los Carrera y   un descendiente directo de don Santiago Alvares  reside todavía  junto a la famosa Quinta de sus ancestros.

Don Santiago, hábil comerciante, adquirió ambas haciendas seguramente previendo un aumento excepcional en el valor de la tierra gracias a la llegada del ferrocarril.  Tras su fallecimiento, tomó la conducción de las haciendas, don Salvador Álvarez Pérez (1814-1873), electo diputado en 1848, al alero del Partido Liberal.

Pues bien, el patrimonio familiar se incrementó  en 1849 con la aprobación del proyecto de ferrocarril Valparaíso- Santiago.


Viña del Mar hacia 1850, poco  antes de la línea férrea, Hamilton Williams

Las obras eliminaron  gran parte del  Cerro Castillo y avanzaron  entre rocas y acantilados hasta su última estación “El Barón”, en una época en que las  Avenidas Errázuriz y Brasil eran océano y playa.

Se desempeñaba en aquellos trabajos un joven  y  talentoso agrimensor que contrajo matrimonio con la   nieta de don Santiago,  Mercedes Álvarez Prieto, de 17 años al momento del matrimonio.

Este joven inquieto se convertiría en  Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, fundador de la ciudad de  Viña del Mar,  conductor de ejércitos  durante la Guerra del Pacífico,  ministro, parlamentario, editor de prensa,  promotor de hospitales modernos y  escuelas laicas;  primer candidato presidencial del Partido Radical. Su nombre, José Francisco Vergara Echevers.


Mercedes Álvarez y José Francisco Vergara

Don José Francisco  asumió el proyecto de la familia Álvarez. Crear en las haciendas una ciudad ligada a Valparaíso y Quillota por el ferrocarril, poseedora de múltiples zonas para mataderos de animales, ingenios de azúcar  e industrias,  aportando así a Valparaíso una urbe  hermana,  apta para el desarrollo de su bullante economía.



Confeccionado el proyecto , el loteo fue aprobado oficialmente el 29 de diciembre de 1874. En 1878 se creó la Municipalidad. Entre los primeros regidores, electos en 1879, figura don Augusto Kiel Ultzen, francmasón de la logias porteñas "Germania" y "Progreso", quien con gran delicadeza cultivaba camelias y palmas en su predio viñamarino.


Garibaldi

En 1853, nuestro querido hermano  Giusepe Garibaldi, héroe de dos mundos, fue homenajeado por sus compatriotas en la hacienda de Viña del Mar y recibió en Caleta Abraca una bandera bordada en oro y plata, que prometió llevar en primera fila en todos sus trabajos libertarios.

Agradeciendo el presente el militar libertario expresó:  “En esta playa chilena, de frente a este mar infinito les juro que siempre flameará a mi lado, en primera línea y en todos los combates que me esperan por la libertad de Italia eterna”.

La  Joven Italia, sociedad revolucionaria de bases masónicas estaba presente en los albores de nuestra ciudad


Un gran pionero de la ciudad fue el médico letón Teodoro Von Schroeder   quien  fundó el balneario de Miramar, primer atractivo turístico de  la ciudad,  ubicado en el tramo costero que va entre el Palacio Wulff  y el Hotel Sheraton Miramar. A su vez, fue uno de los impulsores del Hospital Alemán y de la Liga de Estudiantes Pobres de Valparaíso, actual Banco de Solidaridad Estudiantil. En otro plano,  es el iniciador del culto a la Virgen de Lourdes, instalando su imagen en la calle Marina que habilitó como vía de acceso a su balneario.


Lever, Murphy& Co en Caleta Abarca
Entre las empresas que arribaron a  la ciudad destaca  Lever, Murphy & Co. que hacia 1880 se instaló en Caleta Abarca con una maestranza que fabricó vagones ferroviarios, barcos.  cañones e incluso automóviles. Las instalaciones de la compañía estaban justo donde  ahora se encuentra el Hotel Sheraton Miramar y en parte del Cerro Castillo.

Sus propietarios británicos, destacados industriales, descollaron  por su capacidad productiva y  su concepción humanista de la actividad empresarial.

Richard Lever Gordon
Foto publicada con aut. de Andrés Thompson C

El  socio impulsor de la empresa fue don Richard  Lever Gordon, cercano al Presidente Balmaceda.  No hay registro de actividades masónicas suyas,  pero se dice que  tenía la fibra humana del industrial ingles y socialista utópico Robert Owen, pues  logró que su personal trabajara codo a codo con él. Sus trabajadores estaban seguros de obtener una jubilación de vejez, una casa propia y ser “compañeros” del “gringo”.

En 1874 su socio  William Jonh Murphy  se inició en la Logia Bethesda en Valparaíso. En 1876, el tercer socio principal, Norman Ferguson fue uno de los fundadores de la Logia santiaguina Huelén.



Trabajadores de la Refinería en sus viviendas, 1887

Hacia  1871, don Julio Bernstein,  integrante de la Logia Bethesda ,  generoso mecenas del Colegio Alemán de Valparaíso,  fundó la  Refinería de Azúcar de Viña del Mar.  Este notable inmigrante judío alemán  es largamente recordado por su  trato a los trabajadores, siendo la “Villa Dulce”  el vestigio  social del pasado azucarero viñamarino.
 





Vicuña Mackenna, Walton

Hacia 1880, se mudó a Viña del Mar y Concón, don Benjamín Vicuña Mackenna, fervoroso secretario de la Sociedad de la Igualdad. En 1886 murió en su hacienda familiar en Santa Rosa de Colmo.  Nieto de un héroe de la independencia y destacado revolucionario liberal, marcó con su espíritu  la segunda mitad del Siglo XIX chileno. A través de sus "Crónicas Viñamarinas", se convirtió en el historiador del nacimiento de la ciudad.




Joshua Wadding
En el campo de las artes, hacia 1911,  William Henry Walton, fotógrafo y pintor de nacionalidad británica , fijó su residencia en calle Quillota 173. Se inició en  la Logia porteña  Harmony Nº1411, dependiente de la Gran Logia de Inglaterra.

Fue contemporáneo de Thomas Somerscales,  pintor inglés  avecindado en Valparaíso,  que causó controversia al negarse a imponer a sus alumnos el rezo del Padre Nuestro.



Prat, Somerscales



















Bibliografía.

Romo, Manuel; Archivo Masónico.

Zeldis, León; La iniciación de don José Miguel Carrera.

Zeldis, León; La Logia Lautaro y la Francmasonería.

Del Solar Guajardo, Santiago; José Miguel Carrera. Redes masónicas y sociedades secretas durante las guerras de independencia en América del Sud.

Bravo Acevedo, Guillermo; Comprar a Crédito en Chile Colonial. La venta de Haciendas Jesuitas.

Tres florecimientos masónicos.

Primer Florecimiento.
Nuestro primer  florecimiento  masónico ocurrió durante el período de independencia, en una época en que era usual que regimientos y naves de guerra  contaran con una Logia Masónica en su interior.
Mandil  de San Martín, conservado en Perú

En el marco de las guerras napoleónicas, jóvenes criollos se incorporaron en Europa a una organización secreta , la “Sociedad  de los Caballeros Racionales”, que perseguía la instauración de regímenes constitucionales de corte liberal en España y sus dominios de ultramar.

El empleo  de ritos, secreto y doctrina ilustrada acerca  dicha sociedad a las Logias Masónicas. Se trata de iniciados en nuestros mismos principios decía elegantemente el Gran Maestro  Marino Pizarro.

Su finalidad  esencialmente política y la ausencia de simbolismo constructivo, permiten diferenciarlas de los talleres masónicos propiamente tales.

La Sociedad de los Caballeros Racionales tomó el nombre de  Logia Lautarina en Buenos Aires, Mendoza y Santiago.  Tuvieron como afán consolidar la independencia mediante la ocupación del Virreinato del Perú.

Hasta la restauración conservadora de 1830, los integrantes de la Logia Lautarina participaron activamente en la política chilena, destacándose los Directores Supremos  Bernardo O´Higgins y   Ramón Freire y el primer Presidente de la República, don Manuel Blanco Encalada.

Pero no sólo hubo sociedades secretas  liberales y  revolucionarias  en los primeros años de la República, también hubo actividad masónica propiamente tal.

En  1825, durante el sitio naval de El Callao, el Almirante Manuel Blanco Encalada tuvo la oportunidad de trabar amistad con el general Manuel Antonio Valero, con quien pudo visitar las cuatro Logias masónicas que existían en Lima. En la oportunidad, y en su calidad de Soberano Gran Inspector General del Grado 33°, con plenos poderes para fundar Logias masónicas, Valero convino con Blanco Encalada la instalación de un Taller en nuestro país, idea que se materializó el 15 marzo de 1827 al instalarse  la Logia "Filantropía Chilena”

En el acta de instalación del taller,  consta la participación de Manuel Blanco Encalada, Manuel José Gandarillas, Manuel Rengifo, Tomás Ovejero,  Juan Francisco Zegers, Ventura Blanco Encalada, Ángel Arguelles,  Vicente Tur, Francisco Doursther, Victorino  Garrido,  José Manuel Gómez de Silva, Jorge Lyon, Carlos Renard, José Domingo Otaegui y Mariano Alvarez.


El Gran Maestro Luis Alberto Navarrete, consignó  la existencia de otro taller, llamado Aurora, como primera logia masónica chilena, célebre por haber recibido la visita  de Giovanni Mastai Ferretti, futuro Pontífice Romano bajo el nombre de Pío IX.

Refiere que el masón  Benicio Álamos González, Gran Maestro en los períodos 1873-1875 y   1900-1902, abogado, parlamentario y diplomático, le entregó el siguiente testimonio  en 1910:

“Don Ramón Errázuriz contaba a su nieto, el hermano Isidoro Errázuriz, y al hermano Álamos González, que la primera logia establecida en Santiago se llamó Aurora. La fundó Camilo Henríquez por el año 1822. Cuando vino Mastai Ferretti, que era masón, visitó la Logia, siendo oficiales de ésta: Venerable Maestro, Camilo Henríquez; Primer Vigilante, José Miguel Infante; Segundo Vigilante, Ramón Errázuriz; Orador, Francisco Antonio Pinto. Como se le dieran a Mastai Ferretti conferencias para demostrarle que el catolicismo era enemigo del progreso, el visitador no volvió a la Logia”.

Giovanni Mastai Ferreti

Otro testimonio lo aportó el oficial de la marina chilena Ángel Custodio Lynch Irving, en una Reunión Blanca de la Logia Justicia y Libertad Nº5, de Santiago, en 1895. Allí recordó que sus dos abuelos habían sido masones: “Por aquel tiempo – señaló –, se estilaba mucho el bautismo masónico y mi abuelo paterno don Estanislao Lynch, hizo bautizar a su hijo primogénito que fue mi padre, y por padrino del acto fue el canónigo Ferreti”, de quien se decía, que “era un entusiasta hermano muy asistente como visitador de las logias que trabajaban en Chile”.

En 1878, al morir el Pontífice Romano, la Casa Masónica de Valparaíso hizo luto en homenaje al  célebre hermano visitador.

Concuerda con lo anterior lo expuesto en 1868  por la Comisión Simbólica de la Gran Logia de Chile, encargada de informar al Gran Maestro acerca de la Fundación de la Logia Aurora Nro 6 de Valparaíso. En su informe, la entidad  creyó su deber hacer una observación acerca del nombre y expresó “(…) que el título de ‘Aurora’, si no tiene por objeto honrar y conmemorar a la primera Logia Simbólica que funcionó en el Oriente de Santiago en la época de nuestra emancipación política y social, ese nombre no tendría significación apropiada en un Oriente en que funciona la Gran Logia de Chile y otras Logias en que han recibido la Luz los fundadores de la Logia en Instancia”. Firmaban el informe Blas Cuevas, como presidente, y  Ángel Custodio Gallo, Secretario.
Fluye de lo expuesto que el   nombre de "Camilo Henríquez",  con que se designó al triángulo del que proviene Abnegación, no es un simple azar, sino que denota el vínculo de homenaje hacia  la Logia Aurora,  entidad inspiradora del taller porteño del mismo nombre al que pertenecían los fundadores de Abnegación. 
También hay rumores e indicios indirectos del funcionamiento de una taller masónico en Valparaíso en la época de "Filantropía Chilena" y "Aurora".
En todo caso, aquellos primeros talleres no tuvieron conexión directa con los que comenzaron a funcionar hacia 1850.



Segundo Florecimiento


El segundo florecimiento masónico  comenzó en 1850 con la instalación en Valparaíso  de la Logia "L´Etoile du Pacifique", que al poco andar  fue seguida por numerosos talleres de habla inglesa, alemana y castellana que cobijaron a los masones que llegaban a Valparaíso, atraídos por su actividad económica  o que simplemente huían tras la derrota de sus ideales al fracasar la ola revolucionaria que conmovió Europa en 1848. Se dice que los rituales llegaron entre  las herramientas de un sastre que emigraba en búsqueda de libertad.


En 1862 , Napoleón III  intervino el Gran Oriente de Francia , nombrando a un general no iniciado como Gran Maestro.


Este  hecho de fuerza,  en el contexto de la invasión de Francia a México- 1862- y la Guerra Civil Norteamericana - 1861-1865-  movió a los talleres de habla castellana,  que eran parte del Gran Oriente de Francia,  a separarse  de dicha Federación  y formar la Gran Logia de Chile.

En efecto, la guerra civil norteamericana desató  la ambición imperialista de las potencias europeas. Francia intervino trágicamente en México y España  agredió a  Perú y Chile. La Armada Española bombardeó Valparaíso el 31 de marzo de 1866.


En aquella época  y hasta 1906, la capital masónica de Chile era Valparaíso. El Gobierno Superior de la Orden estuvo por largo tiempo en calle Victoria, actual Pedro Montt.



El primer Gran Maestro fue don Juan de Dios Arlegui, abogado  de la familia Álvarez, parlamentario, vecino de Viña del Mar desde 1870.


Bilbao, héroe de su generación.

Este  florecimiento coincide con la creación de la Sociedad de La Igualdad y se nutre del aporte de masones extranjeros y de nuestra generación romántica liderada por Francisco Bilbao.

Grandes iniciados de aquella época fueron   Jacinto Chacón, Juan de Dios Arlegui, Eduardo de la Barra, José Victorino Lastarria,  Salvador Allende Padín,  Blas Cuevas Zamora,  José Francisco Vergara, Domingo Faustino Sarmiento,  entre muchos otros. Ellos  colmaron de ideales laicos y libertarios  la vida de América.


Esta vinculación con la vanguardia liberal y la revolución de 1851 hace comprensible  la ausencia en esos talleres de gente como Manuel Blanco Encalada, que seguía activo y en labores de gobierno, pero que se abstuvo de incorporarse a los nuevos talleres.

En 1853 se instaló el primer taller de habla castellana, "Unión Fraternal",  que tuvo  como precursor y primer Venerable Maestro  a un inmigrante de origen sefardí,  don Manuel de Lima y Solá. Aquel taller comenzó con 42 integrantes, de los cuales sólo seis eran chilenos. Este aporte de los inmigrantes se repetirá una y otra vez en aquel período.

Los masones chilenos de este florecimiento, no eran una elite gobernante, sino que una generación de recambio,  en ascenso, dispuesta a organizarse para  realizar  con su trabajo y patrimonio, todo aquello que el Estado no abordaba, a saber,  creación  y sostenimiento de escuelas laicas,  apoyo económico  a estudiantes pobres,  creación de hospitales modernos,  creación de viviendas sociales,  salvataje de náufragos,  obtención del sufragio universal, etc.

Los francmasones de aquella época   eran muy pocos y  las demandas de la vida pública eran urgentes. En efecto, ya en pleno decaimiento de los talleres nacionales, hacia 1901 hay noticia de 20 logias trabajando en el país, de las cuales 12  dependían directamente de Obediencias  extranjeras.

Las fuentes del libre pensamiento, el Instituto Nacional José Miguel Carrera, Los Liceos Fiscales, las escuelas Normales  y la Universidad de Chile, poseían una pequeña matrícula que sólo comenzó a superarse con el impulso otorgado por los gobiernos de Santa María y Balmaceda.

En la segunda mitad del siglo XIX hubo guerra civil en 1851, 1859 y 1891; ocupación militar de la Araucanía en 1881, guerra contra España en 1865 y  guerra contra Perú y Bolivia entre 1879 y 1883.
De esta manera, la vorágine política, revoluciones y esfuerzos bélicos fueron minando el trabajo iniciático  y muchas Logias abatieron sus columnas. El feroz enfrentamiento armado de 1891 fue  el principal escollo para el normal desarrollo de los trabajos.

Ninguna Logia porteña de habla castellana logró continuar sus trabajos ininterrumpidamente desde sus orígenes en el  Siglo XIX.

Un ejemplo de esta vorágine es Arturo Prat Chacón, huérfano de padre desde los once años,  que entre una misión y otra se daba tiempo para invocar el espíritu de  Francisco Bilbao en compañía de masones, a saber, sus tío y tutor  Jacinto Chacón y  el notable rector del Liceo de Valparaíso, Eduardo de la Barra.

También se hacía tiempo para  hacer clases en la Escuela Laica Benjamín Franklin de Valparaíso y propugnar el voto universal en su memoria previa a la obtención del título de abogado. Su trágica y prematura muerte a los 31 años  nos privó de su luz en el templo.
Casa Masónica Valparaíso 1872/1906
En 1903 se produjo un cisma en la Gran Logia y, para colmo de males, el terremoto de 1906 destruyó Valparaíso, definiendo que el Gobierno de la Gran Logia dejara nuestra ciudad de volantines  y se radicara en Santiago.
Basta decir que el Gran Maestro de la época, don Buenaventura Cádiz Patiño,  murió de pulmonía luego de soportar los rigores invernales en una carpa instalada en la plaza pública.

El cataclismo que casi borró la ciudad, destruyo la casa
masónica. Sobre sus ruinas se alzó el principal templo católico porteño, frente a la plaza Victoria.

La Guerra Civil de 1891

La Guerra Civil fue una gran fractura para Chile, la Francmasonería y la ciudad de Viña del Mar.
La marina, los empresarios salitreros,  el partido  conservador, el partido radical, una fracción del partido demócrata  y numerosos liberales, se alzaron contra el gobierno, apoyando al  bando del Congreso y su Junta de Gobierno. Hasta Luis Emilio Recabarren, en aquella época militante del partido demócrata, buscaba el derrocamiento de Balmaceda.

Por otro lado, el  ejército,  los empresarios que ejecutaban las obras públicas – como los dueños de Lever, Murphy& Co. -  algunos liberales, los asignatarios de las tierras arrebatadas  a los mapuches  y los jerarcas del aparato estatal,  apoyaron al Presidente de la República.


Batalla de Concón
Salvador Vergara, hijo de don José Francisco, comandaba la artillería  de las fuerzas del Congreso que desembarcaron en Quintero, derrotaron al ejército en Concón  y se hicieron fuertes al norte de Viña del Mar.

Salvador Allende Castro, con veinte años  a la sazón,  más tarde francmasón y  padre del presidente, figuraba como Alférez de Artillería y ayudante del Estado Mayor del ejército congresista,
Don Salvador Vergara  recibió la orden de disparar contra el ejército que estaba parapetado  en la  barricada conformada por la línea del ferrocarril, pero se negó a hacerlo, no podía abrir fuego contra su propio patrimonio.

Muertos tras la batalla de Placilla.

En la guerra, la mortandad fue muy alta,  sólo en  las batallas finales de Concón y Placilla perdieron la vida miles de soldados de ambos bandos. Los vencedores se ensañaron con los cadáveres de Orosimbo Barbosa Puga y José Miguel Alcérreca., generales del ejército regular. También hubo horrores contra civiles como la matanza de Lo Cañas y el fusilamiento de Ricardo  Cumming en Valparaíso.

El Presidente se suicidó en la Legación Argentina luego de cumplir su mandato constitucional.

Muchas Logias suspendieron sus trabajos.

Para celebrar el derrocamiento, la ciudad nombró Avenida Libertad a la principal vía de su área norte y Jorge Montt – Presidente la Junta de Gobierno-  al camino  que simbólicamente conduce a la zona  salitrera.

En el barrio el Recreo, en cambio, comenzaron a proliferar las calles en sentido opuesto, recordando  al Presidente Balmaceda, al  Almirante Latorre  y Vicente Reyes,  Presidente del Senado  que rechazó plegarse al alzamiento.

En el campo masónico,  destacados balmacedistas  como Eduardo de la Barra y  Juan José Latorre, privilegiaron el trabajo en los altos  grados, como una manera , tal vez  no premeditada, de distanciarse de sus antiguos adversarios.

Tercer florecimiento.

Poco a poco fueron restañadas las heridas de la guerra civil.

Además, una serie de factores permitieron el rápido crecimiento del movimiento masónico,  lo que ocurrió en Chile y en todas las sociedades liberales de occidente.

A mi juicio, en Chile estos factores son los siguientes:

1.- El aumento de la matrícula de los Liceos Laicos y la Universidad de Chile, en un marco de creciente calidad académica.

2.-  Un mejoramiento en el nivel de industrialización  que llevó a la organización de los trabajadores, fundamentalmente en el salitre, faenas mineras,  ferrocarriles, bancos, cervecerías, marina mercante, etc  y que exigió contar con profesionales especializados en ingeniería, geología, contabilidad, administración, etc.

3.- El incremento del tamaño del Estado que asume un rol  progresivamente importante en educación, salud, seguridad social, fiscalización y otra áreas,  e  incorpora para tal efecto a numerosos  empleados.

4.- La necesidad de abordar colectivamente los  desafíos de la cuestión social, a saber,  el analfabetismo, la ausencia de un sistema público de salud, la ausencia de derechos laborales, la falta  de un sistema previsional, el insuficiente desarrollo industrial del país.

5.- La necesidad  de la nueva masa alfabetizada  en orden a compartir espiritualmente, estudiar la realidad y unirse para buscar soluciones.

6.-  La reorganización de los talleres para acentuar el estudio simbólico  y doctrinario. En efecto, la nueva composición social de los talleres, en que predominaban profesores, abogados, médicos e ingenieros, otorgó  a nuestros talleres un tono escolar, se dispuso que  un Manual fuera entregado al comenzar cada grado; se establecieron  programas de estudios  y se determinó que cada taller debía contar con su propia biblioteca.

Este énfasis en el estudio, supo combinar los aspectos simbólicos y  el análisis de los problemas sociales.

Desde entonces, nuestros talleres disminuyeron su debilidad orgánica y lograron mantenerse en el tiempo, por lo que son muchos los que ya celebran el centenario de actividades ininterrumpidas. 

 7.-  El énfasis de los talleres en la cuestión educacional,  llevó al apoyo directo de la Ley de instrucción primaria  obligatoria; el  fomento de escuelas nocturnas y “Universidades Populares”, establecimientos en que estudiantes universitarios y profesionales intercambiaban conocimientos y experiencias con trabajadores.
El actor masónico modelo  de este nuevo período, no es ya el acaudalado empresario  que crea escuelas, diarios y hospitales con su patrimonio, al modo de José Francisco Vergara  o el héroe revolucionario romántico a la manera de Francisco Bilbao.
Nos encontramos ahora con  un profesional formado en la Universidad de Chile o en una Escuela Normal de profesores, que contribuye  desde su empleo al desarrollo de la educación, la salud y en general el bienestar de la comunidad, al modo de Gustavo Fricke Shencke y Orlando Peña Carvajal en nuestra ciudad, y, por ciento, con el inmigrante, que sigue incorporándose en gran número a nuestros talleres, espacios modélicos para compartir la riqueza de la diversidad.



Nacimiento de la Logia Abnegación

Viña del Mar hacia 1902


En  Viña del Mar de 1916, en el marco del renacimiento masónico de la época, se dieron  condiciones especiales para la instalación de Abnegación ,  a saber:

1.- El terremoto de 1906  aceleró  la construcción de hogares en Viña del Mar por parte de antiguos moradores de la ciudad destruida de Valparaíso.
2- El aumento de la  conectividad con Valparaíso, gracias a la inauguración en 1910 del Camino Plano, actual Avenida España.
3.- La creación en 1911 del Liceo Fiscal,  que aseguró el afincamiento de profesores  y el egreso de generaciones de estudiantes dotados de formación laica y humanista.
Miramar, 1916. Heffer.


El contexto histórico de 1916.

En  el gobierno.

En 1915 la Coalición Conservadora se impuso en  las elecciones presidenciales, liderada por Juan Luis Sanfuentes, hábil político liberal- balmacedista que perdió en el voto popular, pero fue proclamado por el Congreso gracias al sistema de votación indirecta.
Se dice que aquellas elecciones estuvieron plagadas de cohecho.
José Elías Balmaceda, hermano del presidente fallecido, fue nombrado Ministro del Interior.

En 1916, el ministro de Guerra y Marina, general Jorge Boonen, emitió una circular que prohibiendo a los militares pertenecer a sociedades secretas, apuntando  con ello hacia  la francmasonería.

La caída de aquel gabinete impidió que persistiera la prohibición.

Gabinete con Alessandri y Aguirre a la izq. de la foto


Con el tiempo, el resultado de elecciones parlamentarias y  las particularidades del parlamentarismo  a la chilena - con dos cámaras y sin primer ministro, entre otras deficiencias-  forzaron la convocación al gabinete de  liberales de avanzada y radicales,  integrándose así los francmasones Arturo Alessandri Palma , Pedro Aguirre Cerda y Armando Quezada Acharán.




En lo social.

En el campo social,  las masas de obreros habían comenzado a organizarse y expresar su poder mediante huelgas y movilizaciones.

Restos incendio tras huelga de 1903 en Valparaíso.
La represión de las huelgas condujo a matanzas en Valparaíso 1903, Santiago 1905, Antofagasta 1906 e Iquique en 1907, siendo esta última la más espantosa. En varias de ellas la matanza  estuvo a cargo de civiles armados que protegían  empresas. En la Escuela  Santa María de Iquique, el ejército  cargó despiadadamente contra los trabajadores y sus familias.

Las organizaciones obreras tomaron como base la asociatividad masónica y  muchas de ellas se denominaron "Fraternidad"

Viña del Mar, en cuanto centro industrial, contaba con Mancomunales y Sociedades de Resistencia. Una de las contingencias de la época era la llegada masiva de trabajadores despedidos de faenas salitreras, que buscaban asentarse en nuestra zona.

En otro plano, las mujeres comenzaban  a  realizar estudios universitarios y se incorporaban  al mundo laboral no agrícola.

El Deporte.

El albor del Siglo XX estuvo marcado por el auge del deporte, el reinicio de los juegos olímpicos, la universalización de  atletismo, fútbol, tenis y natación, entre otras disciplinas.

En 1916, a cuatro años de su fundación, Everton logró incorporarse  a la Primera División de la Liga Valparaíso.

El plantel estelar del club estuvo compuesto por René Balbontín en portería; Kitchner y Oyanedel; David Christie, Necochea y Ives Beke como mediocampistas y los delanteros Beede, Gustavo Villar, A. Christie, Wallace y Harald Rosenqvist.

Palacio Carrasco
¿Cuántos futuros masones había en el equipo?. Reconozco a uno de ellos, mi abuelo Gustavo Villar Esquivel.


Ciudad de palacios y jardines

El cataclismo de 1906 fue un importante acicate para la construcción en Viña del Mar.

La riqueza del salitre produjo el financiamiento necesario.

Un puñado de arquitectos, entre los que destaca el francoportugués Alfredo Azancot Levi,  elevó edificios amplios, de gran belleza y dotados de tecnología antisísmica.

De aquellos años son El Palacio Carrasco, el Palacio Rioja, las Galerías del Sporting Club, el Palacio Brunet, el Palacio Valle, el Palacio Astoreca, el  nuevo Palacio de la Quinta Vergara,  el Palacio Wulff,  el Parque "El Salitre, actual "Jardín Botánico", etc.

Muchos de estos palacios contaron con bellísimos jardines, los que sumados  los parques municipales dieron a Viña del Mar su apodo de Ciudad Jardín.



Palacio Brunet












Las artes.



Mistral hacia 1918

21 de diciembre de 2014 y  es noche de solsticio. Los masones que organizan el evento están conscientes de ello.

En el Teatro Municipal de santiago se anuncia el resultado de los juegos florales de poesía.

Se premia a "Los Sonetos de la Muerte", de Gabriela Mistral. Su amigo, el masón Víctor Domingo Silva,  recita aquel texto que marcará el  comienzo de la gran poesía chilena.

El diputado por Los Andes Pedro Aguirre Cerda, la apoya en su carrera.

Ya en 1912, hay noticias de su participación   en la "Logia Teosófica Destellos", de Antofagasta,  precursora de la incorporación  de la mujer a los trabajos iniciáticos.

Los primeros grupos teosóficos se establecieron en Valparaíso en 1898, en el marco de un auge  espiritista universal.


La primera Guerra Mundial


Cruz Roja en campo de batalla, frente ruso.

Todo el planeta estaba tensionado  por la primera Guerra Mundial que costó millones de muertos; propició  la Revolución Soviética y  causó el derrumbe del Imperio Turco.

El resurgimiento de Israel como Estado moderno se encuentra asociado a dicha contienda.

Las continuas guerras en Medio Oriente reconocen su raíz  en ella.

La Segunda Gran Guerra  y la guerra fría, en cierto sentido constituyen reanudaciones de aquel enfrentamiento de trincheras,  gases y  pioneros de  aviación.

Naves alemanas en Valparaíso, 1914.


El uno de noviembre de 1914, frente a las costas de Coronel, naves alemanas y británicas se enfrentaron. Los ingleses perdieron dos cruceros pesados y 1654 vidas humanas.

Vencida la flota germana en Las Malvinas, el crucero ligero Dresden se escondió por meses en las islas de Chile austral para luego intentar el retorno.

Rodeado en  Bahía Cumberland del  archipiélago  Juan Fernández, el capitán ordenó abrir  las válvulas y hundió la nave. La tripulación prisionera fue enviada a la Isla Quiriquina en embarcación chilena capitaneada por  Carlos Jouanne de la Motte,  futuro primer Venerable Maestro de Abnegación y futuro Comandante en Jefe de la Armada.

En lo humanitario.


Luis Pardo y su familia.


1916 fue una año de gloria para  el Taller Aurora de Valparaíso, Logia madre de Abnegación.

Náufragos por más de siete meses en la Isla Elefenate del Mar Antártico, la tripulación británica del Endurance, agotaba sus esperanzas de sobrevivencia, tras el  fracaso de  tres expediciones de rescate.

Sin embargo, el joven piloto, Luis Pardo Villalón, cumpliendo  con coraje y talento su  deber de humanidad, condujo el pequeño escampavía  Yelcho para rescatar  exitosamente a los marineros.

Unió su heroísmo al del célebre explorador Ernest Shackleton,  también masón, líder de la expedición británica, quien al mando de un pequeño bote descubierto,   logró salir de la Isla Elefante para  pedir auxilio, navegando 26 días entre tempestades y vientos australes.

Antes de intentar el rescate, Luis Pardo le escribió a su padre: "La tarea es grande, pero nada me da miedo: soy chileno. Dos consideraciones me hacen hacer frente a estos peligros: salvar a los exploradores y dar gloria a Chile. Estaré feliz si pudiese lograr lo que otros no. Si fallo y muero, usted tendrá que cuidar a mi Laura y a mis hijos, quienes quedarán sin sostén ninguno a no ser por el suyo. Si tengo éxito, habré cumplido con mi deber humanitario como marino y como chileno. Cuando usted lea esta carta, o su hijo estará muerto o habrá llegado a Punta Arenas con los náufragos. No retornaré solo."

Fundación de la Logia Abnegación


En 1912 se  iniciaron los trámites destinados a organizar el Triángulo número dos Camilo Henríquez. EL 19 de Julio de 1913  se reunieron los  hermanos  Abraham Vera Yanatizz,  Arturo Tobar, Miguel Marín  Nattes, Francisco Cádiz  Aldunate, Miguel Olate Rivacoba, Alberto Vera Barros, Pedro Muñoz y Carlos Jara Torres, quienes acordaron dirigirse a la Gran Logia de Chile, solicitando la autorización correspondiente para constituir el Triángulo Camilo Henríquez.
Para dar cumplimiento a las disposiciones reglamentarias de los estatutos de la Gran Logia de Chi1e se nombró el siguiente directorio: Presidente, el hermano Abraham Vera Yanattiz ; Secretario, el hermano Carlos Jara Torres y Tesorero, el  hermano Arturo Tobar.

El profesor Abraham Vera Yanatizz , sanfelipeño, compañero de curso de Pedro Aguirre Cerda en el Liceo de la ciudad, fue  un gran difusor de la luz.

Figura en 1909 como fundador de la Logia "Patria y Libertad Nro. 36 "de  San Felipe, proveniente del taller santiaguino "Aurora de Italia Nro. 24". En 1916  hay registro de su  labor como Subdirector del Instituto Comercial de Arica y aparece como primer Venerable Maestro  de la logia ariqueña "Morro de Arica Nro. 29". Su extraordinaria inquietud intelectual le llevó a escribir numerosos libros y a participar - en 1947-  en la fundación de un liceo de educación técnica  que actualmente lleva su nombre.
En su breve paso por Viña del Mar,  se dio tiempo de liderar el triángulo Camilo Hernríquez, preparar un proyecto de Escuela Nocturna y editar el   Álbum de Viña del Mar, que ahora constituye un tesoro para la memoria v de la ciudad , pues retrata obreros,   playas, mansiones, mataderos y  avenidas con la pasión de un gran enamorado de la vida.
En el fundamento de la solicitud de autorización  se expresó que               “el Triángulo Camilo Henríquez se dedicará principalmente, fuera de los fines generales que le son  propios a nuestra institución, a la tarea de procurar la formación de una Logia en el Valle de Viña del Mar, ciudad, en que un Taller de la Obediencia tendría un amplio campo de trabajo difundiendo nuestros principios,  por la gran importancia que ha adquirido y promete un futuro promisorio".

El Triángulo dedicó sus mejores esfuerzos a aumentar su membresía, ello  con el firme propósito  de convertirse en Logia justa y perfecta y dar forma a su actividad exterior, el  proyecto de Escuela Nocturna.
Asimismo, el triángulo colaboró con la Logia "Justicia y Libertad" No 5 en la difusión de ejemplares del Almanaque “La Linterna", pero en Febrero, de 1914 debió sufrir su primer retiro pues su Presidente,  el hermano   Abraham Vera Yanatizz, siguió su senda rumbo a la puerta norte de Chile.
El 4 de octubre de 1916, la Gran Secretaría General de la Gran Logia de Chile envió a Viña del Mar la resolución del Consejo del Gran Maestro, que autorizaba la fundación de la Logia Abnegación N°48.
El 9 de octubre de 1916  el  Gran Maestro, Luis Alberto Navarrete y López  escribió a  sus hermanos viñamarinos  manifestando su satisfacción por la creación de una Logia en Viña del Mar, en los siguientes términos:
"Venerable Maestro y queridos hermanos: Grande ha sido mi satisfacción al firmar el Decreto que autoriza la fundación de vuestra Respetable Logia, porque dado el excelente personal de hermanos fundadores, tengo el profundo convencimiento de verla organizarse, crecer y prosperar en la forma más satisfactoria".
"Estoy cierto que no veré en vuestras columnas rezagados, indiscretos ni indisciplinados, sino obreros ejemplares con su constancia, discreción, entusiasmo y disciplina, consagrados únicamente a estudiar difundir y defender los ideales de nuestra Orden."
Por esto, he experimentado sincero regocijo ante vuestra obra, al levantar las columnas del nuevo Templo ‘Abnegación’. Especiales votos de aplauso hago constar a los buenos hermanos que fundaron el Triángulo ‘Camilo Henríquez’ y lo sostuvieron hasta convertirlo en Logia. Su alto ejemplo de constancia merece admiración.

La primera tenida del taller se realizó el 15 de octubre de 1916 y en recuerdo de dicha fecha, la logia acostumbra celebrar su aniversario.
La tenida de instalación se celebró el 14 de diciembre de 1916.          
La Oficialidad de Abnegación N°48 estuvo conformada de la siguiente forma:
Venerable Maestro                Carlos Jouanne de la Motte
Primer Vigilante                    Arturo Tobar Villarroel
Segundo Vigilante                  Julio Cobos Ozaeta
Orador                                    Pablo Chateau Maquart
Secretario                              Víctor Canales Medina
Experto                                   Alcides Guzmán Arroyo
Maestro de Ceremonias        Jorge Álamos Ortiz  de Rosas

Carlos Jouanne




En 1918, el Gran Maestro  Luis Navarrete y López  consignó los avances del nuevo taller, mediante las siguientes palabras:

“En Viña del Mar la Logia Abnegación sostuvo enérgica campaña contra las escuelas parroquiales con motivo de escandalosos actos deshonestos practicados por sus alumnos; constituyó la personalidad jurídica de la Sociedad de Instrucción Primaria, que ya cuenta con la Escuela Nocturna “Julio C. Cobo” para adultos, y cooperó eficazmente a la formación del censo escolar de la comuna. Aunque constreñida por la falta de local y por el poco personal, va cumpliendo su misión.”




Bibliografía.


Vera Yanattiz, Abraham, Álbum de Viña del Mar,

Anónimo, Nacimiento de la Logia Morro de Arica.